Portada renacentista para acceder al recinto
Monumental fachada de la iglesia
Interior de la iglesia y pequeño detalle de la reja
Parte trasera de la portada de entrada: se acaba la visita
La Cartuja de Santa María de la Defensión se comenzó a edificar en el siglo XV, recibiendo al principio la influencia del gótico tardío y conforme se iban añadiendo edificaciones, estas se realizaban acogiéndose al estilo arquitectónico del momento, por tal motivo no es raro encontrar en nuestra visita construcciones góticas, renacentistas y barrocas, todo en un mismo recinto.
La entrada al conjunto está flanqueada por una magnífica portada renacentista al más puro estilo clásico andaluz, realizada por Andrés de Ribera en 1571.
Traspasado ésta, llegamos a un amplio patio enlosado con grandes piedras en el que se encuentra la Capilla de los Caminantes, en cuyo porche exterior pueden apreciarse murales cerámicos de temática religiosa de gran valor, y el único crucero de piedra que queda de los colocados primitivamente. Desde aquí, con la visión de la impresionante portada de la iglesia, ya nos hacemos una idea de las magnificencias que deparará la visita a ésta.
La estructura de la iglesia es de estilo gótico, ejecutada entre 1478 y 1534, de una sola nave con dos grandes divisiones. En su interior cabe destacar el coro y el retablo mayor, obra de Juan de Oviedo de la Bandera para la iglesia de la Merced de Sanlúcar de Barrameda y que trasladaron a la de la Cartuja en 1960, así como la reja de hierro forjado a la entrada de la misma. Llama la atención, antes de penetrar, la magnífica portada que diseñó en 1667 el hermano Pedro del Piñar, en logrado estilo barroco andaluz, quien también remató las cresterías de la iglesia y el refectorio.
Fue declarado Monumento Nacional en 1856.
Actualmente ocupan este recinto la Monjas de Belén, las cuales tuvimos la suerte de oír entonar sus espirituales himnos de alabanza, una vez finalizada la misa.
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