La imagen corresponde a una lámina del año 1729, que refleja
la entrada a Sevilla de Felipe V, utilizando para ello el puente de barcas que
unía el arrabal de Triana con la ciudad.
En ella se pueden distinguir algunos de los elementos que
identifican a la ciudad, como son:
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En el margen derecha, el castillo de San Jorge, la
calle Betis, la iglesia de Santa Ana y el convento de los Remedios.
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En el centro, el enorme espacio del Arenal, la Torre del Oro y el Palacio de San
Telmo.
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A la izquierda, la inconfundible mole de la Catedral
con su inseparable Giralda, la Puerta de Triana y la cúpula de la iglesia del Salvador.
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