Sencillamente genial este final de la no menos extraordinaria película de Chaplin, "Tiempos modernos". Cuando el cine es bueno -algo que entendía este polifacético director-, el arte queda impregnado en cada milímetro del film.
He vuelto a verla y cada vez que lo hago saco mayores conclusiones de ella. El argumento -la depresión en la metrópoli del imperio a finales de los años treinta del pasaso siglo-, refleja los momentos más difíciles de la depresión económica y el hermoso mensaje de esperanza que supone tener junto a ti a alguien por quien pelear. La sonrisa final de Goddard es el arma más letal que hayan inventado contra el sufrimiento. Si he de quedarme con alguna de las muchas magistrales secuencias de la película, sin dudarlo un instante elijo el final de la misma y esta encantadora sonrisa que invita a seguir luchando.
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