Louis- Ferdinand Auguste Destouches -verdadero nombre de Ferdinand Céline-, médico y escritor francés, nació el 27 de mayo de 1894 en Courbevoie, Francia, tomando el apellido Céline de su madre.
Hijo único de un matrimonio de clase modesta, la pequeña herencia que reciben sus padres tras la muerte de su abuela materna, permite que pueda acudir a una escuela privada, combinando sus estudios con pequeños trabajos de aprendiz o de mensajero, siendo enviado a Alemania e Inglaterra para aprender idiomas; muchas de esas experiencias están plasmadas en su segunda novela “Muerte a crédito” (1936).
Su participación en la primera Guerra Mundial, siendo aún muy joven, le dejó graves secuelas físicas y morales, que le perseguirían toda su vida. Le fue concedida la Medaille Militaire por haberse presentado voluntario a la misión en la que fue herido.
Su carácter canalla, entre el abismo y la locura, hizo que siempre le atrajesen los bajos fondos, lugares que frecuentó con asiduidad durante su estancia en Londres como encargado del consulado francés.
En 1915 contrae matrimonio con Suzanne Nobart, camarera francesa que residía en Londres.
Al año siguiente viaja a Africa como encargado de explotación forestal -“annus horribilis”-, donde contrae la malaria, experiencia que describe en su magistral “Viaje al fin de la noche” (1932), no exenta, sin embargo, de connotaciones humorísticas y alguna nota de entrañable admiración hacia algún compañero.
Finaliza el bachillerato en 1919 contrayendo matrimonio con Edith Follet –el primero, legalmente no existía, pues el consulado francés no lo registró como tal- con quien tuvo una hija, Colette, nacida en 1920. Sus contínuos viajes como integrante de la Sociedad de Naciones y sus largas temporadas en Nigeria y Senegal, acaban con su segundo matrimonio dos años después de graduarse. Bajo la influencia del doctor Athanase Follet, director de un colegio médico y padre de su segunda esposa, comienza sus estudios de medicina.
En 1926 conoce a Elizabeth Craig, con quien vivió en Paris hasta 1933 y a quien dedica “Viaje al fin de la noche”, inspirándose en ella para crear algunos de los personajes femeninos de esta novela.
En 1944 acompañado de su tercera esposa -la bailarina Luccette Almanzor, a la que estuvo unido hasta el final de su vida-, huye de Francia al final de la segunda Guerra Mundial. La publicación de varios inflamables panfletos antisemitas, le convierte en enemigo de una Francia ocupada por la Alemania nazi. Tras una larga y dramática odisea por centro Europa es capturado y encarcelado en Dinamarca. A la misma vez fue procesado en su país, declarado en rebeldía y amnistiado al año siguiente, regresando a Francia en 1957, instalándose en Mendon, un suburbio de Paris, donde continuará escribiendo y trabajando como médico para los más desfavorecidos.
Simpatizó con la generación Beat -movimiento contracultural antecesor de los hippies-, cuyo signo de identidad era el rechazo a los valores estadounidenses, país por el que el autor sentía una total aversión y del que en alguna ocasión llegó a decir que era un “país de cretinos y de borrachos al cien por cien. No conozco nada más desgarrador y siniestro que América, un país desprovisto de profundidad... de una inaudita impotencia espiritual”.
Este movimiento proclamaba el uso de drogas, la libertad sexual y el interés por la filosofía oriental. Uno de los más destacados representantes de esta generación fue el escritor Jack Korouac, quien, con su libro El Camino (1957), fue uno de los artífices del nacimiento de este movimiento.
Sin duda, su mejor obra, “Viaje al fin de la noche”, marcó el principio de una carrera espectacular y controvertida. Autobiografía descarnada y brutal, hecha con un lenguaje grosero y jergal, que conmovió los cimientos del sabio y académico idioma francés. Su prosa, violenta y amarga, su lenguaje vivo, libre de todas formalidades, ha hecho de esta obra una joya de la literatura contemporánea, siendo determinante su influencia en la creación literaria de otros importantes escritores: Jean-Paul Sartre, Henry Miller, Jack Kerouac, Paul Auster, etc.
Su intensa relación con las mujeres se debatió entre la pasión y el desencanto, como lo demuestran algunas líneas entresacadas de la carta que le escribió en pleno idilio a la pianista Lucienne Daforge: “Sabes que si me marcho es porque te estorbo. No soy un ser normal... Soy fiel, te lo aseguro, a mi manera, atrozmente fiel, fiel como un bretón, hasta reventar. Pero me agobia la regularidad de la vida, la realidad... Me siento mucho más cerca de la gente cuando la dejo... Para mí la realidad es una pesadilla contínua”.
En otras cartas a otras tantas amigas se revela su personalidad pervertida y tierna a un mismo tiempo, estando llenas de cariño, violencia, consejos de un extraño paternalismo, política, sexo a chorros y literatura.
Muere el 1 de julio de 1961, a los 67 años de edad, de un aneurisma cerebral, en los más bajos abismos de la ignominia, como si la realidad de la que tanto abominaba se hubiera tomado venganza, desprestigiando su imagen pública, pero por encima de toda polémica, su obra se sigue estudiando como un clásico.
Visionario feroz que supo describir la realidad como sólo un genio sabe hacerlo, alguien, como él mismo definiría, con “vocación a la desgracia”. Su maravilloso legado puede describirse como pesimismo cósmico, arte criminal.
Bibliografía
Narrativa
Correspondencia
Hijo único de un matrimonio de clase modesta, la pequeña herencia que reciben sus padres tras la muerte de su abuela materna, permite que pueda acudir a una escuela privada, combinando sus estudios con pequeños trabajos de aprendiz o de mensajero, siendo enviado a Alemania e Inglaterra para aprender idiomas; muchas de esas experiencias están plasmadas en su segunda novela “Muerte a crédito” (1936).
Su participación en la primera Guerra Mundial, siendo aún muy joven, le dejó graves secuelas físicas y morales, que le perseguirían toda su vida. Le fue concedida la Medaille Militaire por haberse presentado voluntario a la misión en la que fue herido.
Su carácter canalla, entre el abismo y la locura, hizo que siempre le atrajesen los bajos fondos, lugares que frecuentó con asiduidad durante su estancia en Londres como encargado del consulado francés.
En 1915 contrae matrimonio con Suzanne Nobart, camarera francesa que residía en Londres.
Al año siguiente viaja a Africa como encargado de explotación forestal -“annus horribilis”-, donde contrae la malaria, experiencia que describe en su magistral “Viaje al fin de la noche” (1932), no exenta, sin embargo, de connotaciones humorísticas y alguna nota de entrañable admiración hacia algún compañero.
Finaliza el bachillerato en 1919 contrayendo matrimonio con Edith Follet –el primero, legalmente no existía, pues el consulado francés no lo registró como tal- con quien tuvo una hija, Colette, nacida en 1920. Sus contínuos viajes como integrante de la Sociedad de Naciones y sus largas temporadas en Nigeria y Senegal, acaban con su segundo matrimonio dos años después de graduarse. Bajo la influencia del doctor Athanase Follet, director de un colegio médico y padre de su segunda esposa, comienza sus estudios de medicina.
En 1926 conoce a Elizabeth Craig, con quien vivió en Paris hasta 1933 y a quien dedica “Viaje al fin de la noche”, inspirándose en ella para crear algunos de los personajes femeninos de esta novela.
En 1944 acompañado de su tercera esposa -la bailarina Luccette Almanzor, a la que estuvo unido hasta el final de su vida-, huye de Francia al final de la segunda Guerra Mundial. La publicación de varios inflamables panfletos antisemitas, le convierte en enemigo de una Francia ocupada por la Alemania nazi. Tras una larga y dramática odisea por centro Europa es capturado y encarcelado en Dinamarca. A la misma vez fue procesado en su país, declarado en rebeldía y amnistiado al año siguiente, regresando a Francia en 1957, instalándose en Mendon, un suburbio de Paris, donde continuará escribiendo y trabajando como médico para los más desfavorecidos.
Simpatizó con la generación Beat -movimiento contracultural antecesor de los hippies-, cuyo signo de identidad era el rechazo a los valores estadounidenses, país por el que el autor sentía una total aversión y del que en alguna ocasión llegó a decir que era un “país de cretinos y de borrachos al cien por cien. No conozco nada más desgarrador y siniestro que América, un país desprovisto de profundidad... de una inaudita impotencia espiritual”.
Este movimiento proclamaba el uso de drogas, la libertad sexual y el interés por la filosofía oriental. Uno de los más destacados representantes de esta generación fue el escritor Jack Korouac, quien, con su libro El Camino (1957), fue uno de los artífices del nacimiento de este movimiento.
Sin duda, su mejor obra, “Viaje al fin de la noche”, marcó el principio de una carrera espectacular y controvertida. Autobiografía descarnada y brutal, hecha con un lenguaje grosero y jergal, que conmovió los cimientos del sabio y académico idioma francés. Su prosa, violenta y amarga, su lenguaje vivo, libre de todas formalidades, ha hecho de esta obra una joya de la literatura contemporánea, siendo determinante su influencia en la creación literaria de otros importantes escritores: Jean-Paul Sartre, Henry Miller, Jack Kerouac, Paul Auster, etc.
Su intensa relación con las mujeres se debatió entre la pasión y el desencanto, como lo demuestran algunas líneas entresacadas de la carta que le escribió en pleno idilio a la pianista Lucienne Daforge: “Sabes que si me marcho es porque te estorbo. No soy un ser normal... Soy fiel, te lo aseguro, a mi manera, atrozmente fiel, fiel como un bretón, hasta reventar. Pero me agobia la regularidad de la vida, la realidad... Me siento mucho más cerca de la gente cuando la dejo... Para mí la realidad es una pesadilla contínua”.
En otras cartas a otras tantas amigas se revela su personalidad pervertida y tierna a un mismo tiempo, estando llenas de cariño, violencia, consejos de un extraño paternalismo, política, sexo a chorros y literatura.
Muere el 1 de julio de 1961, a los 67 años de edad, de un aneurisma cerebral, en los más bajos abismos de la ignominia, como si la realidad de la que tanto abominaba se hubiera tomado venganza, desprestigiando su imagen pública, pero por encima de toda polémica, su obra se sigue estudiando como un clásico.
Visionario feroz que supo describir la realidad como sólo un genio sabe hacerlo, alguien, como él mismo definiría, con “vocación a la desgracia”. Su maravilloso legado puede describirse como pesimismo cósmico, arte criminal.
Bibliografía
Narrativa
- Viaje al fin de la noche (1932), novela.
- Muerte a crédito (1936), novela.
- Apología de Muerte a crédito (1936).
- Guignol's Band (1943), novela.
- Casse-pipe (1952), novela.
- Fantasía para otra ocasión (1952), novela.
- Fantasía para otra ocasión II — Normance (1954), novela.
- Conversaciones con el profesor Y (1955).
- De un castillo a otro (1957), novela.
- Norte (1960), novela.
- El puente de Londres (1964), novela.
- Rigodón (1969
- La iglesia, drama escrito (hacia 1930).
- Homenaje a Zola (1933), discurso.
- Mea culpa (1936), panfletos antisoviéticos.
- Bagatelas para una masacre (1938), panfleto antisemita.
- La escuela de los cadáveres (1938), panfleto antisemita.
- Semmelweiss (1936), ensayo novelado.
- Ballet sin música, sin nadie, sin nada
Correspondencia
- 1979: Cahiers Céline 5: Lettres à des amies. Ed. Gallimard.
- 1979: Pierre Monnier: Ferdinand furieux, (313 cartas inéditas). Lettera, L'Age D'Homme.
- 1981: Cahiers Céline 6: Lettres à Albert Paraz 1947–1957. Ed. Gallimard.
- 1984: Lettres à son avocat: 118 lettres inédites à Maître Albert Naud. Paris: La Flûte de Pan.
- 1985: Lettres à Tixier: 44 lettres inédites à Maître Tixier-Vignancour. Paris: La Flûte de Pan.
- 1987: Lettres à Joseph Garcin (1929–1938). Paris: Librairie Monnier.
- 1988: Lettres à Charles Deshayes, 1947–1951. Paris: Bibliothèque de Littérature Française Contemporaine.
- 1989: Le questionnaire Sandfort, précédé de neuf lettres inédites à J.A. Sandfort. Paris: Librairie Monnier.
- 1991: Lettres à la NRF 1931–1961. Paris: Gallimard.
- 1991: Lettres à Marie Bell. Aigre: Du Lérot.
- 1991: Céline et les éditions Denoël, 1932–1948. Paris: IMEC.
- 1995: Lettres à Marie Canavaggia, 1: 1936–1947. Tusson: Du Lérot.
- 1995: Lettres à Marie Canavaggia, 2: 1948–1960. Tusson: Du Lérot.
- 1998: Lettres de prison à Lucette Destouches et à Maître Mikkelsen (1941947). Paris: Gallimard.
- 1999: Milton Hindus: L-F Céline tel que je l'ai vu, L'Herne.
- 2002: Lettres à Antonio Zuloaga (1947–1954), texte établi, présenté et annoté par Eric Mazet, préface de Philippe Sollers, La Sirène, Paris, 2002 (imprimerie Du Lérot, Tusson).
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