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martes, 9 de noviembre de 2021

Plaza de Doña Elvira en 1956

 


 

 

Idílica fotografía de 1956 de la plaza de Doña Elvira,  cuando todavía pertenecía a los sevillanos. Pasear por el barrio de Santa Cruz, alrededores de la Catedral, Triana, Macarena, etc., se está conviertiendo en un ejercicio harto dificultoso, y donde corres el riesgo de llegar a sufrir el "síndrome del turista" en tu propia ciudad. Se están equivocando, el turismo no es la solución, Sevilla -como el resto de Andalucía- lo que necesita son fábricas que garanticen puestos de trabajos dignos y estables. ¡Ojalá llegue un alcalde con dos dedos de frente que ponga coto a tanto "parque temático"!

 

 

 

 

3 comentarios:

  1. Pertenecemos a una generación en que teníamos un fin común, un respeto extendido y profundo, una sevillanía que ahora veo escasa, compartíamos, nos encantaba hablar...esas puertas de varios vecinos charlando en las puertas de las casas, sentados en sillas de eneas, comiendo pipas de melón, secadas al sol..yo los veía desde mi balcón de la calle Feria, 185 y los vecinos del 183, a la madre de Jesús de la Rosa Luque, Concha...yo era un comino, pero no lo he olvidado...
    La Placita de Doña Elvira, salvo el carro y las vestimentas de esas personas, sigue igual...
    Entrar en tu blog es revivir mis recuerdos de una Sevilla que se esfumó...
    ¡Ay Manuel!

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    Respuestas
    1. Mari Carmen, perdona que te lleve la contraria -pero sólo en esto, que conste-,la plaza de Doña Elvira fue de las primeras que recibió el impacto de mesas y sillas, no se desde cuando no vas por ahí, pero está en manos de los hosteleros. En cuanto a lo demás, no sabes suánto me alegra que mis entradas te den el "calambrazo" de la nostalgia que contribuyen a ampliarlos.
      Pues nada, a seguir reviviendo el pasado que aunque no siempre fue mejor, al menos resultaba más vivible.
      Que tengas un buen día.

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  2. ¡Es cierto! Mis disculpas, Manuel¡Qué despiste tan enorme!
    No me opongo al progreso ni al turismo en absoluto, lo que ya veo mal es que perdamos nuestras señas de identidad, nuestras costumbres y tradiciones, (como el recientemente pasado haloween).
    Sé que todo va evolucionando, pero que se conserven las esencias, no sé si me explico lo suficiente.
    Imaginemos que en nuestra Semana Santa los nazarenos no llevaran capirotes, por ejemplo...

    Buen finde.

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