El año pasado por estas fechas ya habíamos probado algunas,
a pesar del otoño seco que tuvimos, pero éste se está pasando: estamos a
5 de octubre y no ha caído siquiera una gota de agua. Y la tierra se va
enfriando cada día que pasa, con lo que las setas termófilas habrá que darlas
por perdidas.
No me explico qué pasa con el clima, da la impresión de que se
está vengando del mal que le estamos produciendo.
Habrá que tener paciencia y, mientras cambia el panorama,
tendremos que conformarnos con la visión de estos dos fantásticos ejemplares de
setas: una Tana (Amanita caesarea) y un descomunal Boletus edulis.
Que la espera no acabe con nuestra atormentada paciencia.
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