Puerta trasera de la Antigua Aduana, año 1868: esta es la actual plaza del Ministro Indalecio Prieto; a la derecha Tomás de Ibarra, la de la izquierda al fondo, Santander
Viendo las imágenes, quizás no la
sitúen. El edificio, como debía de dar “servicio” a las mercancías que
entraban por el río, tenía la fachada principal por calle Temprado, puerta por
la que entraban todos los productos que iban a comercializarse en Sevilla. En su interior eran clasificados,
pesados y evaluados y, tras pagar su correspondiente tributo, salían por la
puerta trasera para ser distribuidos por la ciudad. Esta puerta estaba
en la confluencia de las hoy calles Santander y Tomás de Ibarra, justo en la
plaza del Ministro Indalecio Prieto, o sea, donde se ubica la puerta principal de la actual
Delegación de Hacienda.
En un principio (1520), la Aduana estuvo situada en el antiguo corral
de vecinos de la calle Alfolí, actual Tomás de Ibarra, para trasladarse en 1577
a tres naves de las Atarazanas, obras de carácter renacentista que realizó el arquitecto Asensio de
Maeda y que duraron hasta 1587.
Y ahí permaneció recaudando impuestos y cayéndose por abandono, hasta que en 1944 se
decide derribar el antiguo y ruinoso edificio y construir en el mismo solar
la Delegación Provincial de Hacienda, obra de José Galnares Sagastizábal, de
estilo neoclasico, que no finalizaría hasta 1953, pero orientando su fachada principal
“para Sevilla”, dando la espalda al río, al contrario de la Antigua Aduana.
Fachada y puerta principal en calle Temprado
Puerta principal en calle Temprado, año 1868
Imagen de la Antigua Aduana tomada desde la Torre del Oro
Imagen de la Antigua Aduana tomada desde la Torre del Oro
Derribo del edificio de la Antigua Aduana, 1944
Edificación de la nueva Delegación de Hacienda en el solar de la Antigua Aduana, 1945
Y terminamos esta serie de imágenes de la antigua Aduana de Sevilla con una de la actual Delegación de Hacienda, tomada desde el mismo lugar que la que encabeza el post
Qué edificios más elegantes y emblemáticos tenía sevilla en aquellos años. No entiendo de arquitectura, aunque sí de gustos y eso nadie me lo cuestiona. Es lo mismo que la torre que Pelli, será muy moderna y práctica ¡no lo dudo! pero y el ¿impacto en esta hermosa ciudad? Si tuviese que elegir me quedo con la giralda con su vestido de cristiana y mora, aunque lo entiendo, son otros tiempos y haya que adaptarse al momento.
ResponderEliminarUnas fotografías antiguas preciosas. Un abrazo Manuel.
Hay que recordar que en aquellas fechas Sevilla era una de las ciudades más grande e importante del mundo, y a la que entraba periódicamente ingentes cantidades de riquezas. La mayor parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad tiene que ver con el acontecimiento de las Américas. En cuanto a la Torre Pelli, no tenemos que elegir por una de ellas, afortunadamente las dos estarán en pie hermoseando (cada una a su manera) Sevilla.
EliminarAbrazos para ti, Juan.
Manuel, más de 30 años trabajando en el edificio y no conocía estás fotos. Imperdonable! Gracias, muchas gracias. Un saludo.
EliminarGracias a ti por la visita.
EliminarUn abrazo.