Es uno de los lugares de los Reales Alcázares que no me canso de visitar: el Salón de Embajadores que Pedro I de Castilla (llamado interesadamente "El Cruel" por los que perpetraron el innoble magnicidio, y "El Justiciero" por el pueblo y los sectores más avanzado de la sociedad) hizo construir como carta de presentación y admiración de todas las autoridades mundiales y representantes de las misma le visitaban.
Quizás la imagen no logra transmitir toda la majetuosidad que el lugar posee, pero al menos da una pista de lo que nos podemos encontrar en ese lugar si algún día nos da por visitarlo.
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