La visita a esta Bodega es un
proyecto que teníamos pendiente desde hacía bastante tiempo pero que, por una
causa u otra, la habíamos pospuesto en más de una ocasión, hasta que por fin se
ha materializado esta semana, algo de lo que nos congratulamos, ya que ésta no
ha podido resultar más sugestiva y gratificante. Nuestro agradecimiento a
Rafael -profesional enamorado de su trabajo-, que ha
sabido transmitir de una manera sencilla y didáctica los datos más
significativos del cultivo de la vid y el proceso de elaboración del vino.
La bodega está en Cazalla de la
Sierra, en la Sierra Norte de la provincia de Sevilla, zona con experiencia y
antecedentes vitivinícolas desde hace más de quinientos años. La localidad fue la
mayor exportadora de vinos a América en los siglos XV, XVI y XVII, hasta que un
conflicto de intereses con la producción vinícola del Aljarafe sevillano puso
fin a esta flotante industria serrana.
Bodega “Colonias de
Galeón” es un proyecto modesto pero altamente ilusionante surgido en 1998.
De momento sus objetivos no están en la gran producción, sino en la obtención
de vinos de alta calidad. Para ello han querido –y sabido- seleccionar las
variedades de uvas que mejor se adaptasen al terreno y que mejores resultados diesen
en la elaboración de estos vinos: Cabernet Franc, Merlot, Syrah, Pinot Noir,
Chardonnay y Tempranillo, esta última con grandes problemas de adaptación, por
lo que probablemente será arrancada y sustituida por la autóctona Tintilla de
Rota.
Ladera sur del viñedo donde se encuentran las uvas para tintos
Los viñedos de esta Bodega se
encuentran en la zona conocida como “Las Colonias Agrícolas de Galeón”, en la
antigua carretera de El Pedroso, lugar en el que a principios del siglo XX el
estado repartió 70 parcelas de 8 hectáreas entre los agricultores, con el compromiso
de que éstos cultivaran vid para uso vinícola.
El terreno es poco fértil, pero
apto para la obtención de un vino de gran calidad: suelo de pizarras y calizas, 700 metros de altitud,
suaves laderas, fuerte oscilación térmica
entre el día y la noche, constante
presencia de sol, una considerable pluviosidad, todo ello rodeado
de alcornoques, jaras, tomillo, cantueso, orégano, que impregnan las
uvas con el sabor de sus aceites esenciales.
El cultivo de estos viñedos es
ecológico. Su abono es a base de cubiertas vegetales, con ausencia de productos
fitosanitarios para el control de las posibles enfermedades, limitando la
producción en dos o tres racimos por viña, un dato a tener en cuenta cuando se
desea obtener un buen producto final.
Vista parcial de la viña
Todos los viñedos llevan su nomenclatura identificativa
Detalle del tintado de la hoja
Vivienda original del viñedo
Atendiendo a la explicación del guía
Subiendo para alcanzar la ladera norte donde están las uvas Chardonnay
Después de la visita a la viña
regresamos al pueblo, lugar donde se encuentra la bodega. Aquí, entre depósitos
de acero inoxidable de diversas capacidades (nunca superior a los 5.000 litros,
y barricas de roble francés (300 litros) y americano (500litros), es donde se
pone en práctica la ilusión profesional y los conocimientos enológicos por los
que han apostado estos dos emprendedores sevillanos: conseguir vinos de alta calidad.
Cierto es que para la obtención
de un buen producto final es primordial contar con una cualificada materia
prima –en este caso, la uva-, pero hay que reconocer que el éxito final de un
buen vino depende generalmente “del toque final” que se aplica en la bodega:
proceso de molturación y prensado de la
uva, formas y métodos de fermentación, tipos de envejecimiento, etc., en los que se
pone, para lo obtención de un buen vino, todos los conocimientos que el
profesional ha adquirido.
Depósitos para la fermentación del mosto
Sala de barricas
Por último llegó la cata del producto conseguido, toque
final y determinante del trabajo realizado. Fueron seis vinos -del
total de los que elaboran-, los que degustamos, algunos de ellos ya los conocíamos de anteriores
catas:
- Petit Ocnos rosado elaborado con uvas Cabernet Franc (servido y degustado en la misma viña)
Ya en la propia bodega pasamos a catar los siguientes
vinos:
· Ocnos 2013. Elaborado con uvas Chardonnay
100%, vendimiada en la segunda quincena de agosto de 2013. Se maceró el mosto
con los hollejos en nieve carbónica durante 18 horas. Una vez limpio se
fermentó en barricas nuevas de roble francés, hasta terminar la maloláctica,
trasegándose el vino con las lías finas para mantenerlo envejeciendo durante 10
meses. Tras una estancia en depósito, se embotelló en Julio de 2014.
·
Colonias de Galeón, Maceración Carbónica
2015. Elaborado con uvas Cabernet Franc 50%; Tempranillo 30%; Syrah 20%.
La vendimia se hizo por variedades ajustándose al estado de maduración de cada
una. Se vinificó por separado cada variedad siguiendo el método de maceración
carbónica, finalizando la fermentación del mosto yema y mosto prensa por
separado con temperatura controlada, 16º/18º C. Se embotelló en Octubre de
2015.
·
Colonias de Galeón Roble 2013.
Elaborado con uvas Cabernet Franc 40%; Tempranillo 30%: Merlot 15%; Syrah 15%.
Cada variedad se elaboró por separado. Se controló la temperatura (22º / 25º)
durante la fermentación y se bazuqueó dos veces al día. La fermentación
maloláctica se hizo en barrica. Con posterioridad se trasegó el vino a barricas
de roble francés y americano, donde estuvo envejeciendo entre 9 y 10 meses
según la variedad. Decidido el ensamblaje se clarificó el vino y se embotelló
en Diciembre de 2014.
·
Silente selección 2009. Elaborado con
uvas Cabernet Franc 50%; Merlot 30%; Tempranillo 10%; Syrah 10%. Se vinificó
cada variedad por separado. Temperatura controlada entre 22º y 27º. Se bazuqueó
2 veces al día. La fermentación maloláctica se hizo en barrica. Con
posterioridad se trasegó el vino a barricas nuevas de roble francés, donde lo
dejaron evolucionar durante 18 meses. Decidido el ensamblaje se embotelló en
Julio de 2011.
·
Lincesa
2013. Elaborado con
uvas Tintilla de Rota 100%, no de sus viñedos. La vendimia se realizó en la
segunda quincena de Septiembre de 2013. Tras el despalillado se vinificó en
seco, con una cuidadosa y suave extracción, en depósito de acero inoxidable, a
temperatura controlada entre 20º y 24º. Después de la maloláctica se embotelló en
Marzo de 2014.
No está mal para una cata de
un solo día. Para concluir, mencionar el resultado que a nuestro juicio
mereció la misma: notable.
El Petit Ocnos
rosado, no pasa de ser uno más entre los muchos que existen en el mercado,
hecho para un público concreto en el que
no nos encontramos nosotros.
El Colonias de Galeón
Roble 2013, un vino “correcto”, pero algo desequilibrado, con demasiado
sabor a alcohol y madera.
El Licensa 2013,
un vino correcto, ambicioso, pero no en la línea de los elaborados con sus
mostos. Quizás influyera el orden en el que fue servido, al final y después de
“la joya de la corona”, el Silente. Este es un debate que a menudo
mantengo y que posiblemente yo no sabría resolver: saber en qué momento y
orden se ha de servir un vino, porque en este caso, pongamos como ejemplo, yo
no habría catado el Ocnos -aunque es un blanco- en primer lugar, porque con
sus 14.5% y casi un año de envejecimiento, quizás hubiera encajado más
adelante.
Y para el final reservamos
los cuatro destacables, como son:
El Colonias de Galeón,
Maceración Carbónica 2015, un vino joven con 12.5%. Es la segunda vez que lo catamos en menos de un mes. No somos
simpatizantes de estos vinos pero tenemos que reconocer que este que elabora
esta bodega no tiene nada que ver con los que hayamos podido degustar. Es un
vino joven que hay que consumir lo antes posible, con fuerte sabor a frutos rojos, flores y gominolas, apto para catas o copear, aunque difícilmente aguante más de una.
Su escaso amargor y acidez hacen difícil maridarlo. Una vez probado en casa con algún alimento (jamón, queso, espinacas al queso, pollo macerado al horno) no resultó tan perfecto. Queda pendiente para un nuevo maridaje con otros productos.
Su escaso amargor y acidez hacen difícil maridarlo. Una vez probado en casa con algún alimento (jamón, queso, espinacas al queso, pollo macerado al horno) no resultó tan perfecto. Queda pendiente para un nuevo maridaje con otros productos.
El Ocnos 2013,
un vino redondo, brillante, con intensos aromas florares y un impactante final.
Sus 14.5% lo hacen capaz de maridar con asados, revueltos, pescados a la sal,
marmitakos, carpaccios, tartar, etc. Nunca un blanco nos causó tan buena
impresión.
El Lincesa 2013 es un vino joven con mucho cuerpo que lo hace permanecer durante bastante tiempo en la boca, con un sabor (amargo, salino, herbáceo) que lo diferencia de los otros productos de la bodega. Puede maridar con pescados y carnes a la plancha.
Tendremos que catarlo en otra ocasión, ya que el orden en el que nos lo dieron a degustar no fue -a nuestro juicio-, el más adecuado (el útimo, después de un parón para terminar de visitar la bodega).
El Lincesa 2013 es un vino joven con mucho cuerpo que lo hace permanecer durante bastante tiempo en la boca, con un sabor (amargo, salino, herbáceo) que lo diferencia de los otros productos de la bodega. Puede maridar con pescados y carnes a la plancha.
Tendremos que catarlo en otra ocasión, ya que el orden en el que nos lo dieron a degustar no fue -a nuestro juicio-, el más adecuado (el útimo, después de un parón para terminar de visitar la bodega).
Y para finalizar, el Silente
Selección 2009, para nosotros, lo mejor de la bodega. Pocos vinos
ofrecen tanta calidad a tan bajo precio. Aquí ha sabido conjugar Bodegas
Colonias de Galeón el resultado del envejecimiento de un vino con los reductos
de la juventud. Es un vino redondo y equilibrado, en el que las maderas no
enmascaran las notas florares y afrutadas que poseen. En él es
posible percibir el sabor pizarrozo y salino del terreno, los aceites esenciales de las plantas aromáticas que tapizan el
viñedo, y al humo de las candelas de
las fincas de los alrededores. Es un vino que, a pesar de los años de crianza,
por su alto índice de acidez y taninos, augura un largo recorrido. Marida con
todo tipo de carnes, pastas, asados, guisos, chacinas, quesos de todas clases
-recomendable los más potentes (viejos de oveja, cabra, cabrales, azul,
roquefort, etc.)-, boletu, paté, y lo que se le quiera echar. En definitiva, exquisito. Es un vino
altamente recomendable... Y hecho a dos pasos de Sevilla.
Exposición productos de la bodega
Momento de la cata
Esto fue lo que dio de sí la
visita a esta bodega sevillana.
Manuel me ha encantado la presentación que has hecho y esa visita a la Bodega Colonias de Galeón .Se nota que disfrutasteis mucho !Me has recordado a una que hice cuando fui de viaje a Zaragoza , el momento mejor el de la degustación .Veo que eres un entendido de vinos.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Montblanc,¡qué sería una visita a una bodega sin cata! sólo con ella podemos juzgar si la explicación que nos ofrecen de sus vinos concuerda.
EliminarOtro abrazo para ti.
Manuel, veo que no pierdes oportunidad de sacar réditos de tus excursiones, ya sean en el campo o en visitas, ¡Mira qué apañao eres!
ResponderEliminarLa verdad es que se aprende y se pasa bien con ellas y lo que sigue, jeeeeeeeeeeee...
Veremos qué nos cuentas con los productos navideños, seguro que descubriremos cosas, estaré espectante.
Enga, un abracete.
Es que mis salidas casi siempre están programadas, Mari Carmen, y esta, en concreto, entra dentro de nuestra actividad rutinaria, ya que nos gusta el mundo de la enología.
EliminarUn saludo.