En la parte de acá, yo, éste, el inacabado ser impaciente. De la otra parte, tú, tú, tú, la deseada, la paciente amorosa, como una mujer, mi esperanza. Tomando aliento, sentado, no me atrevo a traspasar tu frontera por temor a tu indulgencia, a tus caricias, a tus amores. Da miedo tu quietud, tu entrega, tu apicible beneficiencia. Eres un huracán desbocado, que penetra y perfora mis sentidos, calladamente, rumorosa, atenuante, adormeciendo mi dolor con la frescura de tus aires. Miro, y cuando te veo, me recojo en mí mismo, como caracol espumoso de tus sueños. ¡Qué ocultas en ti que nos transformas y nos ablandas! ¡Qué encierras en tus entrañas que nos confundes y nos limitas! Como a una mujer, hermosa mía, te deseo y me asaltas cada mañana cuando te veo. Tu luz, tu verdor, tu inaccesibilidad, hacen que me demore en mi entrega, pero cada día estoy más cerca de ti y más lejos de otros amores.
Federico García Lorca: "Vuelta de paseo"
-
*VUELTA DE PASEO*
Asesinado por el cielo.
Entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cab...
Hace 6 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario